jueves, 9 de mayo de 2013

ORGANIZACIÓN ECONÓMICA INCAICA

I.- LA AGRICULTURA INCAICA.
Durante los Incas, la antigua agricultura andina llegó a su más alto desarrollo. “Alcanzó su clímax”, dicen los etnohistoriadores. Esa actividad generó excedentes como jamás se había logrado antes en el mundo andino. La agricultura incaica llegó a ese grado de evolución como demostración fehaciente del largo periodo de aprendizaje, experimentación y desarrollo de sociedades y civilizaciones anteriores.

El imperio de los incas fue una “agrupación de comunas agrícolas y sedentarios”, estuvo integrado por un “pueblo laborioso, disciplinado y sencillo”, que vivía en un ambiente de bienestar material donde “las subsistencias abundaban”, al tiempo que la población crecía, “siendo la agricultura su principal actividad”, nos dice José Carlos Mariategui. La base de la economía, por tanto, fue la actividad agrícola. La agricultura se convirtió en una actividad intensiva por que aumentaron las áreas de cultivo, y su cuidado, control y administración se hicieron eficientes en todos los rincones de sus cuatro suyos. Para eso, se dedicaron a construir innumerables sistemas de andenerías en las faldas de los cerros. Se estima que la ampliación de las tierras cultivables, con los andenes, aumentó en 2 millones de hectáreas. En total, según cálculos hechos por Santiago Antúnez de Manolo, los incas lograron tener 7 millones de hectáreas de tierras aptas para cultivos permanentes. Por tanto, los andenes representaron el 28.57% de ese total.
Agricultura, arte, ciencia e industria que se ocupa de la explotación de plantas y animales para el uso humano. En sentido amplio, la agricultura incluye el cultivo del suelo, el desarrollo y recogida de las cosechas.

TECNICAS DE CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS.- Hacían conservaciones de alimentos mediante técnicas especiales. Se obtenía el chuño, quitándole el contenido de agua a la papa, para ello, sometían a este tubérculo al frio y al calor, alternativamente, hasta convertirlo en almidón. El charqui, conocido también desde tiempos anteriores, fue generalizado en todo el imperio. Es la carne seca de llama. De la costa, los pescadores abastecían a otros poblados con pescado seco y salado.
DISTRIBUCIÓN DE LAS TIERRAS.- A cada familia de los comunes o runas se le daba una determinada cantidad de tierras para su manutención. Dicha familia vivía, básicamente de lo que le rendía esa área cultivable. Para asegurarse de que ello se cumpla, los funcionarios del gobierno inca, cada año (junio – agosto) visitaban las aldeas y las llactas y evaluaban las necesidades de los hatún runas, para darles lo necesario en tupus; una medida variable según la región.

A cada varón le correspondía un tupu y a cada mujer medio tupu. Uno y otro variaban; primero, según la actividad agropecuaria y, segundo, de acuerdo con el tipo de suelo y cultivo. Por ejemplo, no era lo mismo el tupu para el criador de vicuñas que para el criador de la llama. Por otro lado, para la familia dedicada al pastoreo, el tupu era mayor que el de la familia dedicada a la agricultura.
Daban “tierras para el sol” y “tierras para el inca”. Por supuesto, aquellas tierras eran para la nobleza cusqueña. Además esas tierras entregadas al estado inca eran las más productivas del imperio.

SISTEMA DE TRABAJO COLECTIVO.- En las tierras del Estado (Inca y Sol), del curaca y de los comunes, se practicaba el trabajo masificado y colectivo.
La Mita era el laboreo que la comuna realizaba en las tierras del Estado y del Curaca. Era el pago o el tributo en trabajo, además era el trabajo en la construcción de palacios, templos del sol, casas escogidas, fortalezas, caminos, puentes, tambos, etc., cada curaca, por turnos, llevaba a sus mitayos para que realicen su mita correspondiente.

El Ayni y La Minca eran verdaderos sistemas de reciprocidad agrícola. Eran el trabajo colectivo en las parcelas de un Inca, de un Curaca o a favor de la comunidad o Ayllu. El Ayni era la ayuda que se prestaba en la construcción de una vivienda familiar. Una Minca era la participación de todos los miembros del Ayllu en la construcción de un puente, la atención y bebida corría a cargo del Curaca y siempre un conjunto de músicos amenizaba la tarea comunal.
 
LOS TAMBOS.- Los tambos, construidos a lo largo de los caminos, fueron denominados “posadas” por los españoles del siglo XVI. Pease señala que es posible que efectivamente los tambos hayan funcionado como alojamiento de los viajeros, pero la estructura de sus depósitos hace pensar en varios usos distintos. Los cronistas mencionan con mayor frecuencia su utilización como alojamiento para los ejércitos del inca, y para los numerosos cargadores que conformaban su cortejo ritual. Los tambos eran hosterías para los funcionarios encargados de inspeccionar los cultivos y obras estatales. Otras fuentes señalan la existencia de tambos destinados de forma especial para servir de alojamiento al gobernante cuzqueño cuando se encontraba recorriendo el territorio del Tahuantinsuyo.

Los tambos cumplieron funciones de alojamiento y almacenamiento en el Tahuantinsuyo. Fueron construidos a lo largo del camino incaico y la calidad de sus depósitos asombró a los primeros europeos que llegaron a los Andes.

LOS DEPÓSITOS.- Las collcas (depósitos) se encontraban distribuidas a lo largo de todo el territorio del Tahuantinsuyo. Consistían en hileras de edificios de piedra techados con paja, algunos de ellos ubicados en los cerros. Estos depósitos fueron construidos con la finalidad de almacenar en ellos una considerable variedad de productos. En unos se guardaba alimentos, en otros armas, adornos y herramientas, pero los más numerosos eran los que contenían lana, algodón y ropa. La tradición oral le atribuye a Pachacuti la organización de los depósitos. Su función en un primer momento habría sido almacenar comida para los soldados que extendieron los dominios del Tahuantinsuyo y para los pobladores que se encargaron de la reconstrucción del Cuzco.
Las collcas eran depósitos de almacenamiento en los que se conservaba diversos tipos de productos y bienes: armas, vestidos, alimentos, entre otros.

LOS QUIPUS.- Los quipus eran cuerdas anudadas de uno o varios colores que servían para guardar información. Se les identifica mayormente como un sistema de contabilidad, aunque servían también como un recurso mnemotécnico que permitía recordar hechos acontecidos. Los quipus fueron conocidos por los cronistas, quienes hablaron detenidamente de ellos y emplearon la información que contenían, interpretada y proporcionada por los quipucamayoc, especializados en su manejo. El quipu consta de una cuerda principal –sin nudos– de la cual se desprenden otras generalmente  anudadas y de diversos colores, formas y tamaños. Puede haber cuerdas sin nudos, como también cuerdas que no se desprenden de la principal sino de la secundaria. Los especialistas contemporáneos piensan que los colores y quizás la forma de trenzado de las cuerdas indican los objetos, mientras que los nudos harían referencia a las cantidades, incluyendo el número cero. Entre los quipus conocidos hay una gran variedad de tamaño y complejidad, pues van desde los muy simples hasta los que tienen más de mil cuerdas (F. Pease). Los quipus fueron utilizados por el estado inca para una mejor organización de la producción, llevando el registro de los pobladores de cada uno de los grupos étnicos que entregaban su fuerza de trabajo a través de la mita. También se usaron para registrar lo almacenado en las collcas, para lo cual todo depósito tenía su quipucamayoc residente.
El quipu brindaba información estadística y servía para recordar determinados hechos históricos. Los especialistas consideran que los colores y la forma del trenzado proporcionan información sobre los objetos, en tanto que los nudos aluden a las cantidades.

II.- LA GANADERÍA.
Desde tiempos anteriores a la conquista inca la ganadería fue una de las actividades económicas más importantes. Las especies que la conforman son la llama (Lama glama), la alpaca (Lama pacos), la vicuña (Lama vicugna) y el guanaco (Lama guanicoe). El camélido más difundido en términos geográficos es el guanaco, pues se le encuentra desde los ámbitos sudecuatoriales hasta la Tierra del Fuego.
Los camélidos andinos prestaban diversos servicios al hombre. La llama y la alpaca, variedades domesticadas, eran especialmente importantes en la economía andina. La llama era utilizada preferentemente como animal de carga. Las caravanas estaban conformadas principalmente por machos. Para los viajes más largos, como entre el Collao y la costa, se prefería a machos “nuevos” de más o menos dos años de edad. La recua viajaba desde el alba hasta el mediodía, deteniéndose en lugares con  agua y pastos. El mantenimiento de los animales no era difícil, dado que no se les proporcionaba otro forraje que los pastos encontrados en la ruta. Los animales se alimentaban durante la tarde y rumiaban por la noche, atados a una cuerda común.

Ganadería, cría de animales que tiene como objeto obtener un aprovechamiento de los mismos. Es importante diferenciarla de la cría de animales de compañía o de la de especies amenazadas, por ejemplo, que no se corresponden con el concepto tradicional de ganadería. Se habla de ganadería, normalmente, cuando los animales se desarrollan en un estado de domesticación, siendo su aprovechamiento, principalmente, el de la carne, la leche, el cuero, los huevos, entre otros productos. La acuicultura puede identificarse como un tipo de ganadería acuática.

III.- LA PESQUERÍA EN EL INCANATO.
Desde los primeros años de su evolución cultural, el hombre fijó su atención en el mar. Primero en el aprovechamiento de sus riquezas alimentarias (“despensa de primer orden”) y, segundo, en su utilización como vía de comunicación. Las especies marinas más utilizadas fueron: moluscos, macha, choro, chanque, concha de abanico, cangrejos, corvina, anchoveta, etc.
El pescado fresco era el plato preferido en las principales festividades. Para alimentarse los asaban o los cocían. Pero también los salaban y secaban para conservarlos, práctica que era común entre los pescadores de la costa norte y central, y cuyo objetivo, en un buen porcentaje, era intercambiarlos por productos andinos.
Pesca, término aplicado a las actividades relacionadas con la captura de peces o mariscos con una finalidad económica. La pesca es fundamentalmente marina, pero también se lleva a cabo en los grandes lagos y ríos. Las pesquerías o caladeros más productivos se extienden desde la costa hasta el borde de la plataforma continental, que se sitúa a una distancia de tierra de unos 80 km de promedio. Estas aguas tienen menos de 200 m de profundidad pero, debido a las corrientes y temperaturas favorables y a la abundante vida vegetal, albergan la mayor parte de los peces de los océanos. Las pesquerías son especialmente productivas en zonas de corrientes emergentes, donde suben a la superficie aguas profundas frías y ricas en nutrientes. La captura de ballenas, moluscos y crustáceos y la recolección de algas como la laminaria gigante también se consideran parte de la industria pesquera.
 

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